domingo, 26 de octubre de 2014

Bollos suizos (con versión chocolateada)




¿Qué os parece un desayuno así un domingo por la mañana, en la terraza, con buena temperatura, rodeada de tu familia y con un día por delante sin obligaciones? ¿Se le puede pedir más a la vida?

Sí, ya lo sé. Ahora estais pensando en un montón de cosas que pedirle a la vida. Pero, por favor!!! Que no se trata de eso. Hay que aprender a disfrutar el momento, a exprimir cada segundo, sobre todo los buenos. 
Así que aquí estoy yo, con mi quinto bollo suizo, saboreando el momento (el quinto momento, jajaja). Si me descuido, no me quedan para la foto. 



Esta delicia la tengo que agradecer a mis amigas de El mito del sofrito. Ellas han sido el blog asaltado este mes en el #Asaltablog. Ha sido una delicia planear el robo y llevar a cabo el plan. Chicas, me encanta vuestro blog y fue genial conoceros (aunque me falta la otra mitad).

Estos bollos son una delicia, de verdad de la buena. Se comen solos. Van desapareciendo del plato sin que te des cuenta. Lo malo es que tienen un efecto secundario: la pérdida de memoria. Eres incapaz de recordar si te has comido cuatro, cinco o siete. 

Voy a daros la receta. Sentidla como una obligación. Luego me lo agraderéis. 


Ingredientes:

 600 gr. harina de fuerza
170 ml. leche
120 gr. mantequilla
40 gr. azúcar invertido Receta
50 gr. azúcar
40 gr. levadura fresca
1/2 cucharadita de sal
3 huevos
1 cucharada de agua de azahar


Para hacer esta receta usé la Thermomix, Se puede hacer con batidora, pero habrá que cambiar el orden de los ingredientes. Antes de empezar, disolvemos la levadura en la leche tibia.
Comenzamos batiendo los huevos, agregamos la leche con la levadura. la mantequilla, el azúcar invertido y el agua de azahar. Como se nos formaran bolitas con la mantequilla, ponemos la THX a 35º. 
Mezclamos la harina con la sal y el azúcar y la incorporamos a la mezcla anterior. 
Ya tenemos nuestra masa. La ponemos en un bol y la cubrimos con film transparente y un paño de cocina. Tiene que levar durante una hora.



Cuando la masa ha doblado su volumen ( a mí hasta me rebosó), hacemos bolitas y las ponemos sobre papel de horno. Es muy importante en el momento de hacer las bolitas, tener las manos impregnadas de mantequilla. Si no, la masa se nos pegará a las manos. Así que preparad un cuenquito con mantequilla para engrasar las manos después de cada bolita. 
No debéis manipular mucho la masa porque se desinfla. Así que, coged una porción, dadle un poquito de forma y  ya está: a la bandeja del horno. 
Tenemos que volver a dejar levar la masa unos 45 minutos. Dejad suficiente espacio entre las bolitas porque aumentarán de tamaño y puede que se peguen. 
A mitad del segundo levado, ponemos el horno a 200 º, calor convencional arriba y abajo. 
Preparamos dos cuencos: uno con huevo batido y leche. Otro con azúcar glas y unas gotas de agua de azahar. Cuando haya concluído el segundo levado, los pintamos con la mezcla del huevo y, después, los espolvoreamos con pellizcos de azúcar glas. 
Los metemos al horno 9 ó 10 minutos. Él tiempo no es exacto, cada horno funciona de una forma distinta. Por tanto, cuando estén dorados, es el momento de sacarlos. 


Y ya los tenemos. Qué buenos, qué buenos, qué buenos!!!!!!!!!!!!
Con el primero, casi me quemo. Pero es que olian de bien......


Por supuesto, hice una versión chocolateada (¿alguien lo dudaba?).
En el momento de hacer la bolita de masa, puse dentro una nuez de ganache de chocolate frio.
Esto ya sobrepasó los límites de la exquisitez absoluta. Probadlo.


Y os dejo, que voy a seguir disfrutando de mi desayuno. 

Dulces besosssssssssssssssss

miércoles, 22 de octubre de 2014

Cakepops de oreo y philadelphia halloweeneados



Sé que Halloween es un tema bastante controvertido. Hay muchas personas que defienden que es una fiesta que no es nuestra, que se rinde culto a lo macabro....



Yo no entro en profundidades sobre su significado. A mí me gusta su estética, me encanta la estética de Halloween, en versión dulce, eh?  La parte siniestra tampoco me emociona mucho. Pero no me digáis que no es adorable mi murcielaguín....
 




 Y qué me decís de la fiesta????? Con lo que a mí me gusta disfrazarme. ¿Cómo voy yo a desaprovechar esta oportunidad? jajajaja. Bueno, a lo que voy. La receta:
 

 
Ingredientes:
 
paquete de galletas oreo
50 gr. de queso philadelphia
Candy melts para cobertura
 
Por cada paquete de oreo salen unos 11 cakepops, pero depende del tamaño que hagamos, claro está.

 
Yo usé tres paquetes de oreo. Usé la Thermomix para hacer la masa, aunque si no tienes puedes hacerlo a mano, machacando con un mortero. También sirve un robot.

 
Una vez trituradas las oreo, le añadimos el queso Philadelphia.

 
Ponemos a mezclar y nos sale una masa que yo recomiento enfríar en el frigorífico un poco, para que tenga consistencia a la hora de hacer las bolitas.
Una vez hechas las bolitas, a mí me gusta meterlas un poco en frigo. Al haber manipulado la masa, ha cogido calor y así las tenemos consistentes y frías para que la cobertura solidifique pronto.


Derretimos los Candy melts. Yo tengo una maquinita que los mantiene calientes, pero puedes ir dándoles golpes de calor en el microondas.
Introducimos un palito en los Candy melts y lo clavamos en la bolitas, como se ve en la foto de arriba. Los volvemos a meter en el frigorífico.

 
Para cubrirlos solemos tener el problema de que los Candy melts son muy consistentes. Por ello, es recomendable añadir manteca de cacao.

 
Agregamos unas gotas de manteca y los Candy melts se vuelven una chispa más liquidos y más manejables.

 
Le damos un baño a las bolitas con palito que teníamos en el frigo.

 
Muy importante: para quitar el exceso de cobertura, damos golpecitos sobre un dedo. Si no lo hacemos asi, los golpes serán muy bruscos y podríamos dañar los cakepops.


Tienen que volver al frigo para que la cobertura endurezca. En este momento, podemos comérnoslos o decorarlos (y después comerlos!!!!).
 
 

jueves, 9 de octubre de 2014

Torta bombón. La tarta de Granada Gourmet


Del 26 al 29 de septiembre tuvo lugar en Granada un evento gastronómico bastante importante: Granada Gourmet. Estuvieron presentes siete estrellas Michelín, magníficos chefs de Granada y muchas empresas relacionadas con la  gastronomía. 
Entre estas empresas, estaba la Escuela de Hostelería Pilsa Educa, que quiso contar conmigo para hacer una clase de decoración de tartas fondant. Hice la tarta de la foto de arriba. 
Como todos sabéis, las tartas fondant necesitan muchas, muchas horas. Y no quería aburrir al personal, así que me llevé el piso de abajo ya hecho y sólo decoré allí el de arriba.  


Elegí la torta bombón porque es mi bizcocho favorito. Como su propio nombre indica, es un bombón con textura de bizcocho. Y, además de estar buenísimo, es uno de los mejores para las tartas 3D y las de fondant. ¿Queréis la receta?

Ingredientes
Mantequilla,150 gr.
• Azúcar, 150 gr.
• Yemas, 4 unidades.
• Dulce de leche, 100 gr.
• Chocolate, 4 barritas.
• Leche, 6 cucharadas.
• Harina bizcochona, 200 gr.
• Claras, 4 unidades.
• Esencia de vainilla, 1 cucharadita.

Elaboración

Batir la mantequilla (a punto pomada) con el azúcar. Agregar las yemas de una en una. Incorporar el dulce de leche y el chocolate derretido. Luego, la leche, alternando con la harina. Por último, agregar las claras batidas a nieve, en forma envolvente. 
Rociamos el molde con spray antidesmoldante y llenamos hasta un máximo de 3/4 partes. Horno precalentado a 180º, durante 45 minutos, aprox. (hay que pincharla antes de sacarla del horno. Si el pincho sale limpio, es el momento).
Si queremos usarlo para esculpir, hay que envolverlo en papel de aluminio cuando todavía esté tibio y dejar reposar, a temperatura ambiente, por lo menos 2 días.
 Así era por dentro. Lo rellené de ganache de chocolate con dulce de leche y estaba muy, muy buenooooo, vamos que ahora mismo me comía un trocito. No quedaron ni las miguitas.

Mi público fue absolutamente excepcional: María Merinda Sadaba, diputada de Empleo y Desarrollo en Granada y un compañero del Área. Lina Casares y Marta, estudiantes de Económicas y Medicina. Yolanda Robles de Pilsa y mi Beatriz. Ellos son los que salen en la foto y los que me hicieron pasar dos horas muy agradables con su conversación. 
Pero hubo más gente, como mis salaíllas, alumnos míos... 
A todos os tengo que dar las gracias por venir a verme, me hizo mucha ilusión
 
Tuve la suerte de coincidir con Dani García, al que admiro profundamente. Él también estuvo en el aula Pilsa haciendo sus palomitas nitro (qué pasada!!!!).  Cuánto aprendí ese día gracias a él, es un genio. 
 

Por supuesto, nos hicimos una foto. Una de las cualidades que más me gusta de Dani es su humildad. Es una mente privilegiada, pero no se lo tiene nada creído. A ver si tomais nota algunos...


No voy a hablar mucho más del evento porque creo que todo está dicho y contado ya.  Hubo grandes figuras de la cocina en el Aula Pilsa, como Juan Andrés Morilla otro genio al que le tengo mucho aprecio.
Talleres y ponencias de todo tipo. Muchos restaurantes que quisieron compartir sus delicias gastronómicas con los asistentes, como Mandala, Damasqueros, Ruta del Veleta, etc. 
 
Y ya me despido con un primer plano de mi tarta que espero os haya gustado.
Por favor, haced la receta. Os garantizo que os encantará. 

Dulces besossssssssssss

jueves, 2 de octubre de 2014

Salsa de Chocolate Fudge



¿Recordáis las tortitas? Pues hoy os voy a dar la receta de la salsa que les puse, que estaba muy, muy ricaaaaaaaa. Mucho!!!!!!!!!!



 150gr, de azúcar moreno
100 ml. de agua
50 gr. de mantequilla
1 cucharadita de extracto de vainilla
100 ml. de nata
200 gr. de chocolate


Ponemos el azúcar con el agua en un cazo y calentamos a fuego suave hasta que se disuelva el azúcar. Entonces lo llevamos a ebullición. Lo dejamos hirviendo a fuego fuerte durante 4 minutos, hasta que el jarabe bulla con fuerza y tenga un aspecto oscuro y meloso.

Retiramos el cazo del fuego y lo sumergimos en agua fria para detener la cocción. Añadimos dos cucharadas de agua, con mucho cuidado porque nos puede saltar el caramelo hirviendo.

 Volvemos a poner el cazo en el fuego y removemos hasta que quede un jarabe lustroso.


Añadimos la mantequilla y la vainilla. Seguimos  removiendo.

Agregamos el chocolate, cada uno el que más le guste. Yo, en esta ocasión, le puse mitad y mitad de blanco y con leche (era lo que tenía, algo totalmente inusual en mi cocina porque no suelo tener menos de ocho tabletas de chocolate negro).

Por último, incorporamos la nata y dejamos reposar.
Éste es el aspecto final. Mis hijos alucinaron, les encantó.Y a mí!!!! Empecé a comérmelo a cucharadas hasta que mi conciencia me dio un toque. Ufffff


Ya me contaréis!!!!
Dulces besossssssssssss