domingo, 28 de febrero de 2016

Blondie


Como cada último domingo de mes, llega el Asaltablog.
 Le tocaba el turno a  El caldero de Nimue, un blog que me encanta. Tiene un montón de pequeñas joyas, todas muy originales. La verdad es que su autora, Ïa, le da un toque muy personal a todo. Pero ésto tiene una parte negativa, elegir una única receta es muy difícil. 
Lo bueno de la historia es que esta receta la ví en el último momento, es decir, ayer. Ya tenía todo preparado para hacer otra cosa y.. ¡zas! llegó Cupido con su flecha y me enamoré.
La receta original lleva frambuesas, pero yo quería probar el sabor puro de este dulce. Por éso lo quise hacer sin ningún relleno. Y es una PASADA!!! Palabra de dulcera postgrado. 


Dicen que el blondie es la versión rubia del brownie, y me resulta curioso porque no lleva chocolate. 
En casa, ha sido muy, pero que muy bien recibido este nuevo dulce, que haré muchas más veces, seguro. Es como un caramelo. El azúcar moreno con la vainilla hacen una mezcla deliciosa. 
Cada vez que lo haga, Ïa, me acordaré de tí. Porque, aunque sabía de su existencia, quizá no me habría animado a hacerlo hasta dentro de mucho tiempo. Y es que estoy como un niño con zapatos nuevos con este descubrimiento. 
Este finde mi hija ha hecho fiesta de pijamas en casa, por lo que he tenido muchas catadoras. Y a todas les ha encantado. 
 Os cuento cómo se hace. 

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Ingredientes:
- 215 gr. azúcar moreno
- 110 gr. mantequilla
- 1 cucharada de vainilla
- 1 huevo
- 160 gr. harina
- 1/2 cucharadita de levadura
- 75 gr. nueces


Precalentamos el horno a 175º
Batimos la mantequilla con el azúcar moreno. Añadimos el huevo y  seguimos batiendo. Agregamos la vainilla y volvemos a batir.  


Después incorporamos la harina con la levadura poco a poco. Por último, las nueces. Mezclamos bien y ya tenemos nuestra masa de blondie. 


Engrasamos un molde. A mí me salió masa para uno pequeñito, de 12 cm. Así que, si lo queréis más grande, debéis doblar los ingredientes. 


Horneamos durante 45 minutos y listo para degustar!!!

Yo, ahora mismo, a las nueve de la mañana del domingo, estoy escribiendo mi entrada cronoyonqui y desayunando un café con este trocito ;). 


Dulces besosssssssssssss


viernes, 26 de febrero de 2016

Trenza de hojaldre y chocolate




Esta trenza la veía continuamente en las redes sociales y se me ponian los ojos de bolilla cada vez que me topaba con ella.
 Es quizá uno de los postres más fáciles que he hecho en mi vida. Así que....
¡¡¡¡manos a la obra todo el mundo!!!!


Sólo necesitamos estos dos ingredientes: una placa de hojaldre y una tableta de chocolate. 
¿A qué suena muy, muy bien???? 

Fijáos qué fácil es. Ponemos la tableta de chocolate en el centro. Hacemos tiras a los lados con un cuchillo. Vamos alternando y cruzando una tira de cada lado. 


Podemos cubrir con azúcar o pintar con huevo o almíbar. Yo probé las tres cosas. La parte oscura es un almíbar con canela. La verdad es que las tres opciones estaban deliciosas. 


Además, la tableta de chocolate la compré con almendras, que le daban un toque muy bueno. 
Como las hice para el santo de mi hija y mío, hice dos. Porque no nos decidíamos entre chocolate negro o con leche. Y ganó el negro por goleada. 


Ya me contaréis. Dulces besossssssssssssss


miércoles, 24 de febrero de 2016

Red Velvet Cupcakes (Hummingbird Bakery)


Estos cupcakes son una tentación. Nadie puede resistirse a ellos.
Y es que están deliciosos, son taaaaaaaan bonitos y además son famosos, jajajaja.


Son muy especiales para mí porque me recuerdan mi viaje a Londres, cuando fuí a sacar el título de PME. Podéis leer mi historia viajera aquí y aquí. 
Visitar la pastelería Hummingbird era una de mis prioridades. Tenía necesidad de probar sus míticos Red Velvet. Y luego publicaron un libro con sus recetas que, obviamente, compré. Y los hice. 


No recuerdo cuáles me gustaron más, pero éstos fueron una delicia. Aquí está la prueba: uno cayó mientras hacía las fotos. Y es que no puedo esperar, nunca puedo.


A mis niños les encantaron y éso es la evidencia absoluta de que estaban buenos. Yo pensaba que por el color los iban a rechazar y, al principio, los miraron raro. Pero cuando pronuncié la palabra chocolate ya cambiaron un poco la cara.


Y cuando los probaron, pues, en un rato, se habían acabado. Así que, espero que os animeis a hacerlos porque el resultado es muy original. Tienen ese color tan diferentes y ese sabor mezcla vainilla y cacao....mmmm


Vamos con la receta:
 60 gr. mantequilla a temperatura ambiente
150 gr. azúcar glas
1 huevo
10 gr. cacao en polvo
Colorante rojo (cantidad, al gusto)
1 cucharadita de extracto de vainilla
120 ml. de suero de leche o buttermilk
150 gr. harina
Un pellizco de sal
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
1 1/2 cucharaditas de vinagre de vino blanco
Glaseado de queso crema


Precalentamos el horno a 175º
Batimos mantequilla y azúcar hasta obtener una crema blanquecina. Agregamos el huevo y batimos hasta que esté completamente incorporado. Añadimos la vainilla y el colorante rojo y volvemos a batir.
En un cuenco aparte mezclamos la harina, el cacao en polvo y la sal. Agregamos a la mezcla anterior, intercalando con el suero de leche. Batimos hasta que tengamos una mezcla lisa y homogénea.
Por último, incorporamos el bicarbonato y el vinagre y batimos dos minutos más.


Para quien no sepa qué es el suero de leche o buttermilk, o nunca lo haya usado, en otro post os enseñaré una forma facilísima de hacerlo en casa. Se tardan 5 minutos de reloj.
Con esta receta saldrán unos 18 cupcakes,más o menos.

Preparamos las cápsulas en la bandeja de cupcakes, llenándolos dos tercios de su capacidad. Yo suelo usar siempre la cuchara de los helados, es la forma más fácil y que menos derrama la masa.
No me digáis que no es una preciosidad la masa, es que me encanta!!!!
Horneamos 20-25 minutos. Los podemos pinchar para saber si están listos.


Una vez horneados, los sacamos y los dejamos reposar 5 minutos dentro del molde. Después, los sacamos y los ponemos en una rejilla. Cuando estén completamente fríos, ponemos sobre ellos la crema de queso. Yo usé requesón y azúcar glas.




Y ya los tenemos listos. Una pequeña joya dulce, que te hará quedar de lujo en una merienda, por ejemplo. 
Si lo hacéis, ya me contaréis.


Y no me he podido resistir a poner mi foto en la puerta de la pastelería Hummingbird, un momento sublime. 

Dulces besossssssssssssss






martes, 16 de febrero de 2016

King Cake



Esta torta procede de Nueva Orleans y se elabora para Mardi Gras (martes de Carnaval), una de las fiestas más famosas del mundo. La temporada de Carnaval en Nueva Orleans comienza el día de Epifanía, el 6 de enero y termina con el inicio de la Cuaresma. Dos semanas antes del Mardi Gras, ya comienzan las fiestas y los desfiles. Durante estas fiestas se elaboran miles de "King Cakes", que es el dulce típico.
Va decorada con los tres colores oficiales del mardi gras: púrpura, que simboliza la justicia, verde la fe, y oro el poder. La torta tiene a menudo un pequeño bebé de plástico en el interior, que  representa al Niño Jesús, y la persona que lo encuentra tiene que organizar la fiesta del año siguiente. 



La idea de hacer este dulce la tuve viendo un programa de Canal Viajar. Ponían un especial sobre Nueva Orleans y, por supuesto, parte del programa se centraba en Mardi Gras. Me encantó ver el colorido y la fiesta en sí. Me llamó especialmente la atención ver que desde las carrozas de los desfiles arrojan collares de colores (en vez de nuestros tradidicionales caramelos) y también tiran collares  desde los balcones de las casas. Todos los fiesteros acaban con decenas de collares en el cuello.
En el programa hablaban de este dulce y contaban que las pastelerías hacían cientos de miles para estos días. Cuando lo ví, me enamoré y me lo puse en tareas pendientes para Carnaval.
Os cuento cómo se hace.


Ingredientes:
Masa 
- 250  ml. leche 
- 110 ml. agua tibia
- 50 gr. mantequilla
- 25 gr. de levadura fresca
- 110 gr. azúcar
- 2 huevos
- 650 gr. harina
- una pizca de sal
- 1 cucharada de ralladura de limón
- una cucharadita de canela 

Relleno
- 220 gr. azúcar moreno
- una cucharada de canela
- 150 gr. nueces picadas
- 75 gr. pasas (yo no las puse)
- 65 gr. harina
- 100 gr. mantequilla derretida

Decoración
- 1 huevo batido para pintar 
- 125 gr. azúcar glas
- unas gotas de extracto de vainilla
- 1 cuharada de agua, leche o nata.
- azúcar de colores o colorante


Calentamos la leche y derretimos en ella la mantequilla. Dejamos enfriar un poco y le añadimos la ralladura de limón.
Aparte, disolvemos la levadura en agua y tibia  con una cucharada de azúcar. Dejamos reposar hasta que esté efervescente y añadimos a la leche. Removemos bien y agregamos los huevos batidos. Seguimos batiendo.  
Mezclamos la harina con la sal, el azúcar y la canela. La incorporamos a la mezcla anterior poco a poco. Amasar hasta que tengamos una masa suave y elástica.


Engrasamos un molde y ponemos en él nuestra masa. Lo cubrimos con un paso o papel film y lo dejamos reposar dos horas. En este tiempo habrá doblado su tamaño. Y yo preocupada porque había congelado la levadura y no sabía si iba a perder efectividad. Casi se me derrama la masa, como podéis ver en la foto de arriba. 


Para el relleno, mezclamos canela, azúcar moreno, harina, nueces picadas y las pasas. Yo no  le puse pasas porque no puedo con ellas, pero la receta original las lleva. A esta mezcla añadimos la mantequilla derretida y removemos. 


Estiramos nuestra masa en una lámina rectangular y extendemos sobre ella el relleno. Enrollamos como si fuera un brazo de gitano y formamos un rosco, uniendo los extremos. Pintamos con huevo y dejamos reposar una hora. En este tiempo habrá aumentado de tamaño, volvemos a pintar con huevo y llevamos al horno precalentado a 180º.


Horneamos 30 minutos aproximadamente o hasta que alcance un color doradito. En ese momento retiramos del horno y dejamos enfriar.
Hacemos el glaseado mezclando agua/leche y azúcar y algún aroma, si nos apetece. Yo le puse unas gotitas de aroma de limón y unas gotas de vainilla.
Cubrimos la torta con el glaseado y lo decoramos con azúcar de colores. 


A mí, que soy súper fan de la canela me encantó. Si lo hacéis, ya me contaréis qué os pareció.

Dulces besosssssssss

miércoles, 10 de febrero de 2016

Croissants / Masa de hojaldre fermentada



Cuando le dí el primer bocado a esta maravilla, no os podéis imaginar la sensación que tuve. Era una auténtica delicia. En ese momento comprendí por qué no me gustaban los croissants. En alguna ocasión había probado alguno en pastelerías, pero no me "decían" nada. Me parecía un dulce insípido y soso. Hasta este momento, claro está. 
Ahora sí afirmo rotundamente que hay una diferencia abismal entre el croissant casero y el resto. Así que os animo a que lo hagais, aunque sea sólo una vez. Y ya me contaréis...


La textura era maravillosa, se deshacían en la boca. Y el sabor... ese sabor a mantequilla era realmente delicioso. Fue gracioso, porque también horneé algunos con hojaldre comprado. Mi hijo se tomó uno de los míos y después, sin saberlo, cogió otro hecho con la masa comprada. Literalmente, lo escupió y se me quedó mirando con una cara que decía: "¿qué es ésto?
Vamos con la receta, que es de Xavier Barriga. La podéis encontrar en su libro "Bollería. Hecha en casa y con el sabor de siempre". Una joya. 


Ingredientes: 

- 500 gr. harina de media fuerza
- 10 gr. de sal
- 40 gr. de azúcar
- 25 gr. de mantequilla
250 ml. agua fría
- 25 gr. de levadura prensada
- 280 gr. de mantequilla para el plegado


Amasamos todos los ingredientes, excepto la levadura y la mantequilla del plegado. Cuando ya tenemos formada la masa, añadimos la levadura disuelta en un poco de agua fría. Seguimos amasando hasta que tengamos una masa firme y lisa. 
La harina de media fuerza no es fácil encontrarla, así que yo puse mitad de harina de fuerza y mitad de harina normal. 


Formamos una bola, la tapamos con un paño y dejamos reposar media hora. Pasado ese tiempo la extendemos con un rodillo y formamos un rectángulo. Sobre la  superficie de trabajo espolvoreamos harina para que no se nos pegue la masa al extenderla. Una vez formado nuestro rectángulo, lo ponemos en una bandeja, lo cubrimos con film transparente y lo llevamos al frigo dos horas. 


A continuación, preparamos la mantequilla para el plegado. La ponemos entre dos papeles vegetales y formamos una placa con el rodillo. El tamaño debe ser la mitad de la placa de masa que hemos estirado. La dejamos en la nevera. 


Transcurrido el tiempo de reposo de la masa, la sacamos del frigorífico y la extendemos en nuestra superficie de trabajo. En el centro ponemos la placa de mantequilla y empezamos a hacer pliegues.
Estos pliegues son necesarios para que se formen las capas tan características del hojaldre. 


Comenzamos doblando los extremos de la masa sobre la mantequilla, primero un lado y después el otro, hasta que quede completamente cubierta. 


Le damos la vuelta de forma que le pliegue quede horizontal boca abajo. Comenzamos a extender con el rodillo. Para que sea más sencillo, mentalmente dividimos la masa en cuatro partes: derecha, izquierda, arriba y abajo. Vamos a extender cada parte de forma individual y por orden. Nuestro objetivo es doblar el tamaño de cada parte. Así, al final, nuestro rectángulo será el doble de grande. 


 Comenzamos extendiendo el lado derecho y el izquierdo. Después, la parte de arriba y la de abajo. Realmente contándolo parece mucho más difícil de lo que en realidad es. Ya os daréis cuenta. 


Volvemos a doblar los extremos (como si fuera una toalla) y cubrimos con film transparente. Dejamos reposar en el frigorífico 30 minutos. Este proceso lo tenemos que hacer tres veces. En el último plegado dejaremos reposar la masa un mínimo de 1 hora. 


Y ya la tenemos lista. La volvemos a extender hasta que tenga un grosor de medio centímetro aproximadamente. Cortamos los bordes. 


Ahora podemos observar el resultado de nuestro trabajo. ¿Podéis ver los pliegues? Es una maravilla, yo disfruto tanto haciendo las masas, como degustando los resultados. 


Formamos triángulos con la masa. Xavier recomienda que su tamaño sea de 9x26 cm. Yo los corté a ojo, total, luego tienes que estirarlos. Pero, claro está, es opcional. 
Y ahora viene lo divertido, darles forma. 


Cogemos un triángulo y lo estiramos un poco. Le hacemos un corte en en el centro de la parte gruesa. Doblamos los extremos hacia afuera. Enrollamos un poco y, en este momento, hacemos rodar los extremos sobre la mesa hacia adelante y hacia varias veces, de forma que se afinen y así formamos los cuernos. Una vez formados, terminamos de enrollar y ya tenemos nuestro croissant. Dejamos la punta del triángulo debajo y los ponemos sobre una bandeja de horno, cubierta con papel vegetal. 


Así se está gracioso, verdad? Esta animación me la creó google automáticamente y me gustó, así que tenía que añadirla. :)


 El primero me quedó fatal, parecía Sancho Panza, jajaja. Pero en el tercero, ya le fuí tomando el pulso y los últimos me salieron bastante monos. También rellené algunos de chocolate y de nutella. 
En este caso, ponemos el relleno justo a continuación del corte inicial y no usamos mucha cantidad para que no se nos desborde durante el horneado. 


Una vez formados todos lo croissants, los pintamos con huevo batido y los dejamos fermentando hasta que doblen el volumen, un mínimo de una hora. Una vez fermentados, los volvemos a pintar con huevo y los llevamos al horno. 180º durante 17 minutos o hasta que estén dorados. 


Los sacamos del horno (esta foto me trae muy buenos recuerdos... ¡¡¡qué ricos!!!) y los dejamos enfriar en una rejilla. Ah, por cierto, aquí va la foto comparativa de la masa de hojaldre comprada y la casera. 


¿Qué os parece? A mí, me impresiona. 
A continuación, nos entró un ataque decorativo y nos pusimos a maquillar a nuestros croissants. La verdad es que lo pasamos muy bien. 


El primero de ellos es nuestro amigo Punky, que finalizó su corta vida en el estómago de mi hijo. El segundo, Nutello, acabó en manos de mi hija. El tercero, es una carita del whatsapp, y fue compartido. 
Lo más gracioso de este momento fueron mis hijos: "Esto es increíble. Tenemos delante una delicia y no la podemos comer porque hay que hacerle fotos!!!! jajajaja". 
Y con esto y un croissant...... ¿Alguien encuentra una rima? 
Besossssssssss